Con más de 260 atenciones realizadas, el Liceo Santiago Escuti Orrego se transformó por un día en un verdadero centro de salud para estudiantes y apoderados migrantes. Fue parte del operativo “Salud Sin Fronteras”, organizado por los departamentos de Educación y Salud de la Municipalidad de Quillota, con el objetivo de acompañar a las familias migrantes y acercarlas a la red de salud pública y otros servicios sociales disponibles en la comuna.

Durante la jornada, que estuvo especialmente pensada para la comunidad escolar del liceo, se ofreció orientación e información en un ambiente acogedor, respetuoso y multicultural. No es casualidad: más del 30% de los estudiantes de este establecimiento son de origen extranjero, principalmente haitiano y venezolano, lo que ha convertido al Escuti en un ejemplo de integración e inclusión en Quillota.

“Esta colaboración entre salud y educación es fundamental para apoyar a nuestros estudiantes y sus familias. La idea es que esta experiencia se pueda replicar en otros colegios”, destacó Marco Berenguela, director del DAEM. Por su parte, la rectora del liceo, Siomara Tapia, recalcó que estas acciones van en línea con el sello de vida saludable del establecimiento: “Nuestros estudiantes y apoderados necesitan sentirse parte, y esta fue una jornada pensada justamente para eso”.

Salud en terreno y a la medida de cada familia

El operativo reunió a equipos de salud de los CESFAM Raúl Silva Henríquez, Miguel Concha y Plaza Mayor, junto con profesionales de las oficinas municipales de Diversidades, Migración y Pueblos Originarios. Entre las atenciones disponibles hubo control adolescente, salud dental, salud mental, kinesiología, medicina complementaria, vacunación, exámenes preventivos, orientación en diversidad sexual y discapacidad, entre otros.

La doctora Ximena Maldonado, del equipo de Participación Urbana de SaludQuillota, explicó que esta iniciativa nació desde el territorio, escuchando las necesidades concretas de las familias migrantes: “No solo entregamos atención, también información clave para entender cómo funciona la salud primaria en Chile”.

El balance fue más que positivo: 269 personas atendidas, de las cuales 211 fueron niños, niñas y adolescentes, y 58 apoderados. Una muestra concreta de que cuando los servicios públicos se acercan a la comunidad, el bienestar se vuelve realmente accesible para todos.

Fuente: El Observador

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