«Ziggy Stardust», el «Duque Blanco» y «David Bowie» son algunas de las identidades que asumió David Robert Jones durante su vida. Un verdadero camaleón que supo crearse, reinventarse y mudar de piel cada vez que temió quedar encasillado.
Nació el 8 de enero de 1947 en Brixton, Inglaterra, creció en el seno de una familia humilde, escuchando a artistas como The Platters, Fats Domino, Elvis Presley y Little Richard, es último, uno de los favoritos de Bowie. “La primera vez que escuche Tutti Frutti sentí que había escuchado a Dios”, dijo.
Cuando tenía 16 años, una pelea en la escuela dejó la pupila de su ojo izuierdo permanentemente dilatada, otorgándole una mirada extraña que convirtió en su sello.
A mediados de los sesenta cambió su nombre a David Bowie y comenzó su etapa solista con grandes éxitos como “Space Oddity” (1969) y “The Man Who Sold the World” (1970), canciones que se convirtieron en clásicos de su repertorio y de la música en general.
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Con el paso de las décadas Bowie continuó cosechando éxitos y realizado radicales cambios en su apariencia y estilo de música, lo que llegó a confurnir a sellos discográficos y fanáticos en determinados momentos.
Tristemente, el 10 de enero de 2016, a dos días de haber cumplido 69 años y haber lanzado el que sería su último álbum en vida “Blackstar”, falleció a causa de un cáncer de hígado al que combatió durate 18 meses.
Hoy David Robert Jones estaría cumpliendo 77 años, pero la leyenda de David Bowie cotinúa más viva que nunca y que hoy recordamos en Radio Quillota.