El músico encaja perfecto en la frase sexo, drogas y Rock and Roll

Hoy lunes el guitarrista, cantante y compistor de los Rolling Stones Keith Richards cumple 80 años, de los cuales gran parte han estado plagados de excesos, tal como el mismo lo relata en su libro de memorias, Life y que queremos recordar en Radio Quillota.

El hombre acido en Inglaterra es considerado por muchos como uno de los guitarristas más talentosos de la historia y al igual que Mick Jagger ha sido miembro de los Stones de foerma ininterrumpida desde 1943.

Desde la década de los sesenta se convirtió en la cabeza craetiva de la banda junto a Jagger y como dupla compositora tienen catorce de sus temas entre las 500 mejores canciones de todos los tiempos, según la revista Rolling Stone.

Desde finales de la década de 1970 arrastró grandes diferencias con Jagger, situación que llegó a su punto máximo durante la mitad de la década de 1980, que coincidió con la edición de Talk is Cheap (1988) y posteriormente Main Offender (1992).

Para muchos Richards es como si el lema de sexo, drogas y rock & roll hubiera sido inspirado en su figura y no son pocas las hitorias que dan cuenta de ello.

Keith ha contado varias veces la historia de como luego de cremado su padre y antes de arrojar sus cenizas, aspiró una línea de ellas, que en ese momento pensó que se había metido tantas cosas en el cuerpo, que por qué no meterse un poquito de su papá.

Algunas otras veces estuvo a punto de morir pero no fue, siempre, por culpa de las drogas. En 1965 en Sacramento casi se electrocuta en el escenario. Una patada la tiró varios metros para atrás. La función se tuvo que suspender y el despertó al día siguiente en el hospital sin saber qué había sucedido. Esa misma noche volvió a tocar.

Hace pocas semanas Keith contó que dejó la heroína en 1978, la cocaína en el 2006, el cigarrillo en 2019 pero que todavía disfruta y mucho del alcohol.

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